Cuando estamos en una relación de pareja nos activamos de una manera que no pasa en ninguna otra relación. Todos nuestros fantasmas y heridas del pasado parece que salen a ponernos a prueba y, sobre todo, a poner a prueba a nuestra pareja. Muchos de los temas que despiertan las relaciones: miedos, inseguridades, etc. pueden ser abordados desde la terapia individual. Pero, ¿Cuándo es importante un acompañamiento terapéutico como pareja?
El momento ideal lo decidís vosotros
Para empezar, no es necesario estar a punto de dejar la relación para plantearse una terapia de pareja. De hecho, es mucho mejor buscar un acompañamiento en el momento que uno de los dos note que hay algo pequeño que haya cambiado y os esté alejando. Igualmente, siempre puede ser positivo ir a terapia de pareja, incluso aunque aparentemente no haya ningún problema grave, ya que a veces, en relaciones largas y estables, la monotonía y la rutina pueden generar también desconexión emocional entre ambos.
Por otro lado, un problema concreto puede que os esté distanciando, no tanto por el tema en sí, sino por no saber cómo abordarlo con vuestra pareja. Y, en estos casos, es importante evitar que vaya a peor antes de que pueda desgastar y dejaros sin energía por estar dándole vueltas sin llegar a una solución viable.
Factores a tener en cuenta
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Una mala comunicación que incluya gritos o malas palabras. La comunicación es siempre el talón de Aquiles de toda relación. Hay veces que se puede llegar a sentir que se hablan idiomas diferentes o, incluso, que se viven realidades diferentes solo por no estar entendiendo la vivencia del otro. Detectar los fallos de comunicación y mejorarla con herramientas constructivas, puede dar una vuelta a la relación y hacerla a prueba de cualquier dificultad, y para eso la terapia puede ser necesaria.
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Los hijos puede ser otro factor que puede afectar a la dinámica relacional. Aunque tener hijos es maravilloso, también son un gran reto en toda relación. Suelen implicar cambios en la vida de toda pareja y también de forma individual. Poder adaptarse a ellos sin dejar de cuidar la relación no resulta fácil, y a veces pueden aparecer diferencias, conflictos y discusiones.
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Cambios o etapas nuevas. Un cambio de piso, casarse, cambiar de trabajo, ir a vivir juntos… Todos estos cambios pueden afectar negativamente a la relación si no se gestionan de forma positiva. Muchas veces las expectativas pueden ser diferentes para uno y para el otro, los ritmos y los tiempos también. Ante muchos cambios pueden surgir diferentes y suelen aparecer dificultades en la relación. Aunque pueda resultar contradictorio, la terapia de pareja también puede ayudar a hacer un buen cierre de la relación en caso de querer dejarla. Hacer terapia os puede ayudar a elaborar un duelo mucho más sano para ambos. Sobre todo, cuando hay hijos que siguen dependiendo de que sus padres tengan una buena relación. En este caso, se recomienda siempre realizar terapia de pareja y terapia familiar, para evitar que otras personas como los hijos salgan afectados de la crisis o ruptura.
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Otros factores: si en vuestra relación de pareja hay falta de deseo sexual, falta conexión emocional, problemas de confianza, infidelidad, celos… Cualquier comportamiento tóxico o dañino es indicador de que puede ser necesario realizar terapia de pareja, ya que si no se trata de forma adecuada suelen aparecer problemas mayores.
Buscar ayuda es importante
En definitiva, la terapia de pareja puede ayudaros a comunicaros mejor, superar baches y a adaptaros a los cambios vitales, siempre desde el respeto y cuidado mutuo. Y, lo más importante, poder ponerse en el lugar de la pareja puede daros una nueva perspectiva sobre lo que sois y lo que podéis llegar a ser. En el Centro Núria León contamos con mucha experiencia realizando terapia de pareja, y ofrecemos un servicio personalizado a cada caso, ya que nos tomamos muy en serio nuestra función en la relación y sabemos que se pueden resolver todos los problemas.