Qué es la ansiedad y qué factores afectan
La ansiedad es un estado de alerta en el que tanto el cuerpo como la mente están demasiado activados. Se trata de un sentimiento de miedo, temor e inquietud al sentirse amenazado y puede afectar a la persona de muchas maneras diferentes, con síntomas tanto físicos como psicológicos.
La preocupación es una cadena de pensamientos sobre un peligro futuro, donde hay incertidumbre sobre lo que va a pasar y un sentimiento intenso de ansiedad. Cuando la preocupación es disfuncional, la cadena de pensamientos es muy difícil de controlar sin la ayuda de un psicólog@.
Una sociedad que fomenta la ansiedad y el estrés
Actualmente en nuestra sociedad es muy habitual tener ansiedad ya que vivimos en una constante presión, competitividad, individualidad y exigencia que nos hace estar siempre en modo “lucha”.
Ya no vivimos como nuestros antepasados que enfocaban su energía en sobrevivir, encontrar alimento, protegerse de las posibles presas, etc. Ahora estamos inmersos en una sociedad del rendimiento, desde pequeños, ya se nos compara y se nos exige mucho.
La realidad es que para sobrevivir (y poder vivir bien hoy en día) queremos tener un buen trabajo que nos de dinero, un buen piso o casa, reconocimiento social y respeto de los demás, poseer un cuerpo bonito y esbelto, tener estudios y saber idiomas, etc. Estos son los atributos que nos prometen el éxito en nuestra sociedad.
La supervivencia en nuestra sociedad moderna realmente ya no se enfoca en cubrir las necesidades básicas o fisiológicas sino que nuestras necesidades (tal y como se indica en la conocida escala de Maslow) se enfocan más en la autorrealización, reconocimiento y afiliación social, que son mucho más complejas de conseguir.
La pirámide de las necesidades humanas de Maslow
Y ¿cómo se relaciona esto con la ansiedad? Pues el estrés saludable es un estado de activación que nos permite actuar y tomar decisiones que nos ayudan a conseguir nuestros objetivos.
Pero si hay demasiado estrés por las exigencias que nos supone alcanzar nuestros objetivos y se empieza a vivir desde la ansiedad y angustia, realmente es cuando hay unl problema que necesita terapia.
¿Cuáles son los factores que influyen en su desarrollo y mantenimiento?
El riesgo de sufrir ansiedad depende de las características de cada persona y pueden existir factores biológicos que condicionan su aparición, aunque son los factores psicológicos los más determinantes. Por suerte son estos los factores que podemos modificar gracias a la terapia cognitivo-conductual.
También es cierto que la mayor frecuencia de sufrir ansiedad se ha observado en edad adulta joven (entre unos 20 y 35 años) y suele ser más común en mujeres (aquí podríamos debatir el por qué hay diferencia entre géneros, me lo anoto para otro post).
Existen los factores de hipersensibilidad neurobiológica al estrés y también la vulnerabilidad psicológica, que son precisamente los que podemos trabajar en consulta.
La vulnerabilidad psicológica está influenciada por varios factores, como por ejemplo:
- La percepción del mundo como un lugar peligroso
- Percepción de ser incapaz de afrontar los eventos peligrosos
- Baja tolerancia a la incertidumbre
- Sesgos cognitivos como la exageración, la atención sesgada, la dicotomización…
- Percepción de falta de recursos propios y baja autoestima
- Creencias disfuncionales sobre las propias preocupaciones
- Uso de estrategias de evitación (relacionadas con las pocas habilidades de afrontamiento y poco apoyo social)
- La vivencia de traumas continuados o abusos
- Pocos apoyo familiar y falta de referentes saludables
Estos son algunos factores que influyen en que la ansiedad se desarrolle y que se mantenga en el tiempo.
Es importante poder comprender que estas variables pueden cambiarse por otras más funcionales que permitan a la persona vivir desde la tranquilidad. Obviamente no es un trabajo que se consiga de un día para otro, son procesos más bien largos que requieren de esfuerzo, compromiso y estrategia.